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Huelga de lactancia o destete

Un día sin previo aviso Cristóbal empezó a rechazar el pecho, así como lo lees, de la noche a la mañana, dejó de tomar leche materna. Nosotros siempre fuimos lactancia materna exclusiva, por lo que no me vi en necesidad de ofrecer biberón.

Ese día en la mañana tomo su leche en cuanto se despertó, desayunamos, jugamos y salimos a la calle a hacer unos mandados, al regresar lo llevé a su siesta y como de costumbre le ofrecí pecho para relajarlo y después dormirlo, esa fue la primera toma que rechazó, primero pensé que quizás estaba lleno, pero el resto del día siguió rechazando, además de que me pedía, me jalaba la blusa y cuando me veía me aventaba.

Fue un golpe duro, esa noche se fue a dormir tranquilo, sin leche y yo con los pechos llenos, me fui a llorar super triste y a extraerme leche pensando que algo había hecho mal…

El pecho no nada más era una fuente de alimentación para ambos, era una fuente de apego, vinculo, conexión e incluso de relajamiento cuando ya era hora de dormir o él quería ese contacto conmigo, me sentí en duelo, de verdad estaba viviendo una perdida.

Así fueron pasando los días, algunas noches muy pesadas porque se despertaba por la madrugada pidiendo leche y cuando se la ofrecía la rechazaba, lloraba en mis brazos hasta que se calmaba y se quedaba dormido.

Me puse a leer, investigar y pensar todo el día en que razones serían las que iniciaron esta huelga: ni un nuevo perfume, ni embarazo, ni shampoo.

Sin embargo, estaba en mi periodo y me sentía hormonal, había tenido días pesados en que Cristóbal demandaba más atención, había múltiples despertares nocturnos, tomaba leche por periodos cortos, y renegaba o se iba a jugar, en las siestas y en la noche tomaba leche y se quitaba, entonces empecé a sentirme cansada y sin saber, dejé que Cristóbal sintiera eso de mí, entendió y supo de forma indirecta que quizás estaba molesta, algo reflejó mi cara o mis palabras y él lo entendió, además estaba intentando trabajar en su sueño, ya no quería que se durmiera pegado al pecho, entonces después de su toma, hacia alguna otra actividad y lo arrullaba dentro de la cuna.

Claro que fueron esos cambios, o todo junto lo que pasó, eso lo analice en compañía de una asesora de lactancia, me rompió el corazón saber las posibles razones, pero al final sabía lo que tenía que hacer: platique con Cristóbal le pedí perdón y le explique cómo me había sentido, le dije que si él quería leche aquí iba a estar y si el decidía crecer y ya no necesitaba, también lo entendería.

…Recordé que debo de ser más consciente de lo que reflejo y expreso más allá de las palabras, que los niños son muy inteligentes y puedo hablarle a mi hijo y explicarle…

Estos días en que Cristóbal dejo de tomar leche, me sentí mal, muy mal, frustrada, triste, preocupada, enojada y eventualmente más tranquila, Cristóbal sigue siendo un niño feliz, que juega, explora, me abraza, busca otras formas de apego y entiendo que nada es para siempre, hay que disfrutar cada etapa mientras dure, porque así es: son etapas y como todo hay finales.

Y después de 11 meses, mi lactancia llegó a su final, fueron 3 semanas muy pesadas y tristes para superar y respetar el destete, no pudimos retomar la lactancia, pero si los momentos de apego, cariños y abrazos.Mi lactancia estuvo llena de retos, de momentos hermosos, miradas, cariños, desvelos, múltiples tomas nocturnas, algunas tomas interminables y otras muy cortas, cada etapa fue diferente, hubo momentos en que quería renunciar, pero siempre fue muy gratificante.

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