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Mi historia con la Lactancia Materna: Frenillo + APLV

Me gustaría platicarles mi experiencia con la lactancia, es un tema del que nadie te cuenta y merece ser platicado.

Antes de que naciera mi bebe me puse a leer sobre el correcto agarre, las crisis de crecimiento y todos los beneficios que la lactancia tenía, tome una asesoría y me sentía lista para hacerlo.

«…Cuando nació mi bebe, supe que no estaba lista, no hay como la práctica, a los minutos me lo pasaron y me lo pude pegar, estaba aún anestesiada y adolorida de la cesárea, no se me ocurrió modificar el agarre o esperar a que abriera bien la boca, solo me lo acerqué y disfruté mi primer contacto con mi bebe…»

Aun en el hospital, conforme fueron pasando las horas me empezó a doler muchísimo, sentía que no podía lograr el agarre perfecto, que no abría la boca tanto, que los labios no quedaban bien acomodados, se me empezaron a abrir los pezones y cada que me lo pegaba, cerraba los ojos, respiraba profundo y le daba, hubo algunas ocasiones en las que el dolor era tan insoportable que se lo regresaba a mi esposo, le pedía que le diera chupón un rato, para alcanzar a descansar mis pechos adoloridos, mientras yo lloraba, pero el biberón no era opción para mí.

El primer día que llegue a casa, fue mi asesora de lactancia, me ayudo a corregir el agarre un poco, aunque no mejoro del todo. Revisó a Cristóbal y me dijo, que parecía tener frenillo lingual corto, pero no lo tome tanto en cuenta, lo deje pasar.

Cuando Cristóbal cumplió 1 semana de vida, empezó a vomitar muchísimo, aventaba un chorro de leche a propulsión, fui con el pediatra que lo recibió cuando nació y me pidió espaciar las tomas de leche cada 3 hrs, obvio me fui de ahí, porque la lactancia materna es a libre demanda y pedí otra opinión, me dijo que esos vómitos eran porque estaba inmaduro su esófago además comía mucho y llegaba a su capacidad gástrica máxima, y que conforme madurara su esófago es dejaría de ocurrir.

Así estuve 3 semanas de pesadilla, entre que él vomitaba, yo intentaba corregir el agarre, me queda sin brasier para sanar las costras mientras goteaba de leche,  me ponía pomada en los pezones, compresas frías,  además casi no dormía por las noches, porque después de cada toma de leche, lo repetía, y me lo dejaba en mi brazos inclinado para que no se vomitara, después lo acostaba  con su cabeza de lado, en medio de mi esposo y de mi en un cojín antirreflujo (es inclinado) y lo observaba para ver que no se fuera a vomitar, muchas veces me pasó que si se vomitaba acostado, lo cambiaba y lo acostaba, me empezaba a dormir y él ya estaba pidiendo de nuevo.

«…Entonces entre vómitos y dolor, me puse a leer y descubrí que uno de los síntomas del frenillo lingual corto es que vomitan así, porque tienen una forma de succionar caótica, eso genera en la madre hipergalactia (exceso de producción de leche), y toma mucha leche de inicio (que es la más rica en lactosa) no llegaba a la leche del final que es la que tiene más grasita…»

Entonces fui con su pediatra y me confirmo que, si tenía frenillo lingual corto, por lo que tuvieron que cortarlo en un procedimiento rápido, y a los pocos días dejo de vomitar, pude empezar a dormir un poco mejor, porque me la pasaba vigilándolo por miedo a que vomitara y se asfixiara.

Después de un tiempo mi lactancia parecía ir mejor, el agarre mejoraba, todo iba bien hasta que empezamos con diarreas frecuentes, granos en la cara y varias partes de su cuerpo, cólicos, y un día hizo popo con mocos e hilos de sangre, fue ahí cuando detectaron Alergia a la Proteína de la leche de vaca (APLV).

 

Les cuento de esto en otro blog.

 

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